sábado, 30 de abril de 2016
¿Inteligencia artificial o simulación?
Por
Irene Orduña Suárez
“En
inteligencia artificial, los investigadores usan modelos computacionales para
obtener una percepción profunda de la psicología humana así como para
reflexionar sobre ésta como fuentes de ideas para generar mecanismos que emulen
la inteligencia humana…” Seymour Papert
El
presente escrito pretende hacer una crítica a la idea del probable desarrollo de
una Inteligencia Artificial (IA) en el ámbito de la tecnología, esta crítica
surge a partir de leer las ideas propuestas por Gómez Herrera en su texto “La
inteligencia Artificial. ¿Hacia dónde nos lleva?”; para ello considero necesario
definir estos dos: inteligencia e IA.
Según
la RAE entendemos por inteligencia a la “capacidad de entender o comprender” un
objeto, una situación, un momento, etc. La misma RAE define inteligencia artificial como la “Disciplina científica que se ocupa de crear programas informáticos que
ejecutan operaciones comparables a las que realiza la mente humana, como
el
aprendizaje o el razonamiento lógico.”
Desde mi punto de vista y tomando en
cuenta estas dos definiciones la llamada IA no supone el desarrollo de una
inteligencia hecha de forma artificial, sino más bien una consecución de comandos
hechos por personas como parte de un proceso de programación, todo para que una
computadora pueda realizar la acción requerida, de tal suerte que es necesaria
la complicidad de un ser humano para que esta “IA” pueda replicar lo que se le
pide. En estricto sentido y desde mi punto de vista no estaríamos hablando de
inteligencia, porque no existe una capacidad de compresión o entendimiento por
parte de los artefactos robóticos, sino de una consecución de acciones
sistemáticas previamente cargadas en programas que permiten que las máquinas puedan
ya tener situaciones hipotéticas y también sus posibles soluciones. Es así que
puedo afirmar que el concepto de inteligencia, en esta situación está sobre
utilizado, pues no hay un proceso cognitivo autónomo (compresión y
entendimiento) en las actividades que desarrolla una máquina cualquiera que
fuere su complejidad.
Tenemos
que comenzar a valorar más los atributos que poseemos como humanidad; aunque
claro cualquiera podría creer que en realidad una máquina es igual o más
inteligente que nuestra especie; cuando nos damos cuenta que mucha de la
riqueza natural, recursos humanos y materiales de las naciones se utilizan para
crear máquinas que simulen nuestro pensamiento, ocupen nuestro lugar en las
fábricas o nos aniquilen con tan sólo tocar un botón, en lugar de solucionar
grandes e históricos problemas como la pobreza, el hambre o la desigualdad social, que incluso saldrían
más baratos.
Fuentes
http://dle.rae.es/?id=LqtyoaQ|LqusWqH
consultada en abril del 2016
Gómez,
Herrera Renato, (1999) artículo “La inteligencia Artificial. ¿Hacia
dónde nos lleva?”.
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